- La Vieja Guardia

Cada vez más mexicanos emigran a Canadá

Fecha: 17 oct 2018

Toronto, Canadá a octubre de 2018.- Migrar a Canadá para los mexicanos es menos complicada que llegar a los Estados Unidos, pero ambos con la misma idea garantizar una mejor vida para ellos y sus familias.

De acuerdo con un informe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), los migrantes mexicanos en Canadá provienen de las clases media y alta. En su mayoría, tienen documentos migratorios legales y viven en zonas urbanas. Aunque, ese informe es de 2011, que cita:

“Canadá es el segundo país con mayor número de mexicanos residentes en el exterior. De acuerdo a la última información del National Household Survey (NHS), por sus siglas en inglés, en el 2011 el número total de inmigrantes mexicanos en Canadá fue de 96,055 personas, lo cual significa que de los 6.8 millones aproximados de inmigrantes que ingresaron a Canadá en 2011, el 1.4% son de origen mexicano en comparación con 2006, el porcentaje de mexicanos en Canadá tan solo ascendía a 0.8%”.

Sí bien es cierto que muchos mexicanos ingresan de manera legal, éstos no abandonan el país al cumplirse el permiso de migración y comienzan para algunos las complicaciones tanto económicas como laborales.

De aquél censo de 2011, se especifica que se realizó en el periodo 1996 a 2001, el porcentaje de crecimiento poblacional fue del 33.1%; en el periodo de 2006 a 2001 se mostró un crecimiento del 36.5%, manteniendo una constante en el incremento; sin embargo de 2006 a 2011 se puede apreciar un importante incremento en la población de un 92 por ciento.

En los últimos años, Toronto, la capital de la provincia de Ontario, una de las más importantes de Canadá y la ciudad vecina de Mississauga se han convertido en las favoritas de los mexicanos, sobre todo para los chiapanecos y oaxaqueños, quienes aprovechan su dialecto para mezclarse entre todas la culturas que residen en esos lugares.

De Chiapas a Canadá

Maggy y Alejandro, de 22 y 19 años de edad, son un ejemplo de ellos, ambos provienen de Las Margaritas, un municipio localizado en la región de La Selva de Chiapas, México, ambos se comunican en tojolabal o mejor tojol’ab’al, una lengua mayense, misma que se pierde entre el hindú, el inglés o el francés, idiomas que predominan en ese frío país.

Ellos, llegaron a Mississauga hace año y medio, pagaron 30 mil pesos cada uno a un pastor de una iglesia evangélica, ella se recibió de maestra y él no termino la primaría. Viven en una casa junto con otros mexicanos, en una zona donde la mayoría son ilegales.

Ambos expresaron a esta reportera, que trabajan en fábricas alejadas de la ciudad, tienen tomar dos camiones, salir de la casa donde viven hasta con tres horas de anticipación para llegar a tiempo a su trabajo.

Él ensambla refrigeradores y ella labora en una pastelería, pero aseguran que el trato que reciben no es digno, su jornada laboral es de ocho horas, todos los días parados y, solo tienen media hora de descanso.

-En la pastelería todos los días llega gente nueva, llevó seis meses allá y lo único que se escuchan son gritos del Boss (Jefe), un negro con rostro de pocos amigos, incluso te insulta, pero hay que aguantarnos porque difícilmente pueda encontrar otro empleo fácilmente-, manifiesta Margarita Góngora.

Añade que quiere regresar a su pueblo cuando junte el dinero suficiente para construir su casa de dos plantas con piscina, juntar dinero para su boda y pagar la deuda que prestó para migrar a Canadá.

La situación de Alex López es menos complicada, él dice que no quiere regresar a México que desea tener mucho dinero y vivir en ese país.

-En México no hay dinero, aquí sí. Ese es mi amigo, el dinero, tú no eres nadie sin dinero-, asegura.

Cuando se le preguntó si no le gustaría estudiar, simplemente respondió me interesa más el dinero.

A ambos jóvenes le pagan 14 dólares canadienses la hora laboral, es decir a la semana en pesos mexicanos obtienen entre $7,800 a 8,000 pesos, en caso de que hicieran horas extras.

En Facebook hay grupos cerrados donde se brindan apoyo a los mexicanos e incluso proporcionan contactos para obtener trabajos en alguna empresa.

Maggy y Alex también manifestaron que han tenido que aprender a transportarse en metro, bus o tranvías, así como también adaptarse al frío y a la comida, muy diferente a la de su población.

Información: Martha Chan.