- La Vieja Guardia
Un concierto donde la preciosura de la guitarra fue encumbrada en suaves melodías de los siglos XV y XVI formó parte esta semana de las actividades que se realizan para celebrar los 400 años de la construcción del templo de El Jesús, uno de los emblemáticos monumentos del Centro Histórico.
El fino espectáculo, ofrecido este jueves 12, estuvo a cargo de dos guitarristas, uno de ellos veterano concertista, y el otro un joven que comienza en forma destacada su carrera en las tablas y el trabajo en la composición y arreglo musicales. Ya grabó un disco con sus producciones.
El primero de ellos es el maestro Manuel Rubio Cano, y el segundo el progreseño Víctor Celis Padrón, quienes han hecho ensamble en otras ocasiones y lo volverán a repetirlo este sábado 14 en el Centro Cultural Olimpo, lugar donde ya han sido aplaudidos por su arte guitarrística.
En el programa del jueves se presentaron como solistas y en dueto.
A fin de que todo el público saliera satisfecho de la presentación de este jueves, se ofreció un programa variado que incluyó música del Renacimiento, el Barroco y el Clasicismo de Italia y Alemania, así como una pieza que el compositor mexicano Manuel M. Ponce elaboró para obsequiarla al famoso guitarrista español Andrés Segovia. También hubo una obra de autor brasileño, en cinco movimientos.
El repertorio finalizo con dos piezas compuestas por el joven Víctor Celis y tres canciones populares con arreglos de este mismo artista.
Tanto en las obras complicadas como en las piezas sencillas que ofrecieron ambos guitarristas se constató el tiempo de estudio y la práctica que ambos han dedicado al instrumento para dominar la técnica y la calidad interpretativa de este.
Lo anterior salta a la vista inmediatamente en el caso del maestro Manuel Rubio, con 30 años de trayectoria y presentaciones en foros del país y el extranjero. Precisamente acaba de retornar de Europa, donde ofreció conciertos en España, Italia y Alemania.
Es un músico con mucha concentración. Sus ejecuciones tienen la digitalización precisa, limpia y elegante, no se desvían ni un milímetro de su posición en el mástil, los movimientos ocurren sin distracciones en el tiempo y el lenguaje musicales.
En su guitarra las cuerdas suenan como es debido, alentadas por el acicate enérgico pero gentil de una mano derecha que se ha ejercitado mucho en las responsabilidades que le tocan.
En su turno como solista, Don Manuel presentó 12 piezas. Abrió el programa con seis ejecuciones cortas para laúd del Renacimiento italiano, de los siglos XVI y XVII, de autores anónimos. Se cree que uno es estos fue el padre del astrónomo Galileo Galilei. Después agregó piezas barrocas alemanas, regresó a Italia pero con obras del Clasicismo, y finalmente llegó a México con una composición de Mauel M. Ponce.
Después hizo dúo con Víctor Celis y posteriormente dejó a este sólo para que luciera su talento no sólo como ejecutante sino también como compositor y arreglista.
El joven artista abrió con dos composiciones suyas, una de ellas es una jarana en la cual los bajos tuvieron presencia permanente, y la otra es una obra alegre que describe el vuelo de mariposas brillantes.
Después satisfizo a quienes prefieren melodías populares y trova yucateca. Ofreció arreglos que él hizo a “Beso asesino”, de Pepe Domínguez, y a “Flor de azar”, de Santiago Manzanero, así como “Un tipo como yo”, de Sergio Esquivel.
Ambos guitarristas actuarán juntos el sábado 14, a las 6 de la tarde, en el Centro Cultural Olimpo. Los boletos son a $50 y $25