- La Vieja Guardia

Conservación de ecosistemas, vital para combatir cambio climático

Fecha: 06 oct 2018

México, Oct (Notimex).- La conservación de los ecosistemas que se encuentran en buen estado y la recuperación de aquellos que se han ido degradando, es trascendental en el trabajo que se realiza para combatir el cambio climático, coincidieron especialistas en la materia.

Para la directora general de Análisis y Prioridades de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Patricia Koleff Osorio, es necesario tomar en cuenta el contexto en el que se está presentando el cambio climático y que abarca la degradación de los ecosistemas.

Al participar en la mesa "La conservación de los ecosistemas acuáticos y terrestres y su importancia ante el cambio climático", en el marco del Tercer Encuentro Nacional “México ante el Cambio Climático”, Koleff Osorio advirtió que para que los ecosistemas funcionen tienen que estar sanos.

“Las plantas y el océano juegan el papel de quitar carbono de la atmósfera, y hoy más que nunca tenemos que decidir cómo cuidar los que se encuentran en buen estado y cómo recuperar otros que están degradados", señaló.

La bióloga resaltó que en el país se hace investigación seria, lo que "nos hace pensar que podemos tomar decisiones más inteligentes”.

Por su parte, Isabel María Hernández Toro, directora de Conservación de Ecosistemas y Adaptación al Cambio Climático del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, mencionó que se han hecho proyecciones para México en escenarios de cambio climático.

En ellos se visualiza que el bosque de coníferas, las selvas húmedas, la vegetación hidrófila y halófila, podrían disminuir su área de distribución potencial.

En lo que se refiere a las costas mexicanas y a su territorio insular, acotó que las islas mexicanas más afectadas por el aumento del nivel del mar se localizan en la región del Golfo de México y en la del Caribe, y “se calcula que entre 1 y 3.8 por ciento de la superficie insular nacional quedaría sumergida bajo el mar”.

Mientras que Juan Carlos Herguera García, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, mencionó que los océanos han absorbido alrededor de 30 por cientodel dióxido de carbono antropogénico emitido, lo que ha provocado la acidificación de estos.

“El cambio climático, que hemos empezado a vivir desde hace unas décadas, nos va a afectar a nosotros como especie, porque el planeta puede ocuparse de sí mismo”, indicó.

Por el registro geológico, refirió el investigador, se sabe que el planeta ha tenido varias extinciones masivas, en las que prácticamente ha desaparecido toda la flora y la fauna, pero la vida ha encontrado la forma de llegar otra vez.

Para el paleoceanógrafo Herguera García, la preocupación de los científicos es la velocidad a la que se está llevando este cambio y la manera en que los humanos se van a adaptar.

Además, el cambio climático va en sinergia con otras transformaciones que se están generando, lo que hace que los ecosistemas sean más vulnerables, subrayó Elva Escobar Briones, directora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

De acuerdo con un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la doctora en oceanografía biológica señaló que no todos los ecosistemas responden igual, y en el caso del mar es necesario identificar cómo el cambio en la temperatura o en la salinidad afectará a las poblaciones que lo habitan.

“Hay ecosistemas que ya no pueden ser restaurados, tal es el caso del fondo del mar, y todavía no sabemos cómo vamos a compensar la pérdida de diversidad biológica, así que se vuelve vital que las decisiones que se tomen sean éticas", comentó.

De igual forma, consideró que "la adquisición de datos acerca de las condiciones en las que se encuentran los ecosistemas permitiría decidir hacia dónde mover la red de áreas naturales protegidas para que sigan teniendo la misma función”.

Otro de los ecosistemas amenazados por estar en la interfaz de lo terrestre y lo acuático son los manglartes, destacó Wolke Tobón Niedfeldt, especialista de planeación para la conservación de la Conabio.

En cuanto a las especies, añadió, las áreas de distribución del quetzal y de los primates van a sufrir una reducción drástica, ejemplo de ello es que se estima una pérdida para el año 2050 de 95 por ciento del hábitat del quetzal, solo por el cambio climático sin tomar en cuenta el cambio de uso de suelo.

Tobón dijo que es necesaria la ciencia básica para saber cómo van a reaccionar los ecosistemas y qué va a pasar con las especies, y que además de protocolos de monitoreo es importante definir qué se entiende por restauración y desarrollar una estrategia nacional.