- La Vieja Guardia

Cumple ochenta años Salón Los Ángeles

Fecha: 30 jul 2017

Quien no conoce Los Ángeles, no conoce México. Y en su 80 aniversario, el mítico salón de baile de la Colonia Guerrero revivió el esplendor del siglo pasado.

Las sonoras Dinamita, Matancera y Santanera, La Orquesta de Pérez Prado y los Reyes de Mambo, se dieron cita anoche para amenizar la conmemoración.

Ataviados con vestidos luminosos y lentejuelas, o como pachucos, las centenas de asistentes tuvieron que formarse por más de dos horas e ingresar al salón para revivir los mejores momentos de este centro fundado por la familia Nieto en 1937.

Poco a poco el lugar se fue llenando, los sonidos de las orquestas se introdujeron por los oídos de los asistentes quienes ni tardos ni perezosos dejaron sus respectivas mesas para ir a pulir la duela, que fue hecha en los 30 por los dueños del lugar, la familia Nieto que también se dedicaba a las maderería.

Cuatro generaciones de mexicanos acompañaron a Miguel Nieto, dueño del salón, a partir el pastel y a develar una placa conmemorativa. Y desde luego a sacar brillo al piso.

Susana Harp y Sergio Arau, de Botellita de Jerez, fueron sólo dos de los muchos que no se resistieron a los acordes de la Orquesta de Pérez Prado y los Reyes del Mambo.

Llegó Cuauthémoc Cárdenas, ex Jefe de Gobierno de la Ciudad; pero más allá de las personalidades, estuvieron los fieles bailarines. Hacia la medianoche aún estaba por tocar la Sonora Matancera, con la que Celia Cruz se dio a conocer, hace muchos ayeres.

Anoche se bailó como en los años 30 en Lerdo 206, inmueble al que varios aseguran que aún le quedan muchos años de vida... y de fiesta.

José de Jesús, asiduo cliente por más de 25 años, no quiso perderse este evento, se vistió como sólo los martes y domingos lo puede hacer, un verdadero pachuco y lucirse junto con su pareja mientras bailaba al son de la Orquestas de Ramón Cedillo y su Bing Bang.

Papas, chicharrones, rebanadas de pastel y cacahuates con chile. También las cervezas, los refrescos y las bebidas alcohólicas que fueron el deleite y la energía para que la gente no dejara de moverse.

Fuente: Reforma.