Atuneros mexicanos aseguraron hoy que la declaración del Parque Nacional islas Revillagigedo, en el Pacífico, conlleva un “ángulo político” alejado de criterios científicos y alimentado por una campaña para satanizar a esta industria pesquera.

“Vemos más bien un ángulo político”, aseguró a Efe Antonio Guerra Autrey, director del Grupo Marítimo Industrial (Grupomar), sobre la posición de los atuneros en contra de declarar el Parque Nacional en el Archipiélago Revillagigedo.

Cuatro empresas, Grupomar, Herdez del Fuerte, Procesa y Pesca Azteca, integradas en la Alianza del Pacífico por el Atún Sustentable, rechazan esta iniciativa al argumentar que carece de criterio científico y afectará en 20 por ciento la pesca en aguas nacionales.

“No es un objetivo basado en la ciencia; no es un objetivo que diga todas las verdades, y no es un objetivo más que el de hacer un parque nacional donde no es necesario”, sostuvo Guerra.

El empresario dirigió el “ángulo político” de la decisión sobre el archipiélago a que el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano “se quiere colgar una medalla” y “le quiere colgar una medalla al Presidente” de México, Enrique Peña Nieto.

Los atuneros aseguraron al titular de Semarnat, en una carta recientemente, que es “loable” aumentar la superficie de protección marina pero que les resulta innecesaria la decisión de cambiarla de convertirla en Parque Natural.

Las Revillagigedo, cuatro islas en el Pacífico mexicano, fueron incluidas en 2016 en la lista del Patrimonio Mundial Natural de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

México las declaró Área Natural Protegida en 1994 y Reserva de la Biósfera en 2008 y ahora se proyecta declararlas Parque Nacional con una extensión de 14.8 millones de hectáreas, lo cual las colocaría bajo una protección más restrictiva.

Los atuneros sostienen que los estudios de impacto económico del caso Revillagigedo fueron hechos por biólogos de “cuestionable autoridad, que no están calificados para determinar las implicaciones económicas” de esta decisión.

Guerra expresó a Efe que los atuneros no han sido escuchados por las autoridades para tomar las decisiones vinculadas con las Revillagigedo y se manifestó dispuesto a un diálogo sobre estos temas, siempre “con datos científico y no con modas”.

Opinó que la declaración del Parque Nacional, que se espera esté lista para finales de 2017, forma parte de una campaña para satanizar a los atuneros, señalados por años por sus presuntas técnicas dañinas para el medioambiente y la fauna marina.

Organizaciones como la Coalición en Defensa de los Mares de México (Codemar), han denunciado una la explotación excesiva del atún y las prácticas de pesca de la industria que afectan a delfines, tiburones y tortugas.

Las acusaciones buscan desvirtuar una industria que ha demostrado prácticas sustentables y ha pasado los últimos 30 años luchando contra embargos como el de la pesca incidental de delfines el cual superaron en los tribunales internacionales.

La Alianza ha expresado además que la iniciativa de hacer del archipiélago Revillagigedo un Parque Nacional supondría la prohibición de pescar atún en una zona definida, lo cual afectaría a la industria pesquera al aumentar sus costos de producción.

La afectación a la pesca sería del 20 por ciento a nivel nacional y un 8 por ciento a su flota, que representa el 90 por ciento de la capacidad atunera del país, que produce mil millones de latas anuales para consumo.

La industria del atún representa una contribución a la economía mexicana de unos 1 mil 000 millones de dólares anuales, además de que genera unos 30 mil empleos directos e indirectos, de acuerdo con cifras de la alianza.

Fuente: Sin Embargo.