El récord de los 410.000 millones de dólares donados a caridad en 2017 por estadounidenses es una buena y mala noticia, dependiendo de dónde se mire. Los filántropos millonarios otorgaron más dinero, muchos de ellos a sus propias fundaciones, mientras que la clase media continúo con su tendencia a la baja. La macrocifra recaudada aumentó un 5,2% respecto a 2016 y logra superar el PIB de países como Irlanda o Israel, según los datos publicados por el Instituto Giving USA en su informe anual de filantropía.

La investigación, a cargo de la Universidad de Indiana, atribuye el aumento en las donaciones a un mercado fuerte y el repunte bursátil. "Este récord demuestra que incluso en momentos de división nuestro compromiso con la filantropía es sólido", afirmó este martes Aggie Sweeney, presidenta de Giving USA. Los donativos aumentaron en siete de los ocho segmentos temáticos (religión, educación, cultura, etc.). El mayor incremento, con un 15,5% respecto al año anterior, se dio en “fundaciones”. Bill Gates donó una estratosférica suma de 4.000 millones a la fundación Bill & Melinda Gates. La cifra más alta desde 2000. El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa, Priscilla Chan, hicieron lo propio con 2.000 millones a su fundación y el CEO de Dell Technologies, Michael Dell, y su esposa, Susan, donaron mil millones a la suya.

El segundo mayor incremento se vio en cultura, que subió un 8,8%, aunque solo logró recaudar 20.000 millones, solo por encima de lo que reunió medioambiente. Las organizaciones religiosas siguen a la cabeza del listado. Aumentaron un 2.9% respecto a 2016 y alcanzaron los 127.000 millones. El único segmento que presentó una caída fue el de asuntos internacionales. Las donaciones cayeron un 4,4% hasta los 23.000 millones.

Una Osili, directora de investigación de la Escuela de Filantropía de la Universidad de Indiana, materializó la exaltación lo positivo de la cifra alcanzada, aclarando en The Cronicle of Philantropy que el porcentaje de hogares que donan ha disminuido progresivamente en los últimos años, de aproximadamente un 67% en 2000 a 56,6% en 2015, el último año para el cual hay datos disponibles.

Fuente: El País.