Cuando un poeta muere sucede lo mismo que cuando un periodista es asesinado: sentimos que una parte importante de nuestra voz pierde luz.

La Vieja Guardia se une a la pena colectiva que se instaló de manera repentina hoy el mundo de las letras mexicanas. Esta madrugada falleció el poeta, narrador y editor yucateco Raúl Renán (Mérida, 1928) De su actividad literaria, la Enciclopedia de la Literatura en México dice que fue “coordinador de talleres literarios; editor de Papeles (pliego seriado de literatura); autor de la colección Fósforos (cajas de poesía breve) y de la revista Ensayo; ha sido coordinador del consejo técnico editorial del INBA; subdirector del CNIPL; subdirector del Periódico de Poesía; fundador de El Gallo Ilustrado; director fundador y editor de La Máquina Eléctrica Editorial. En Mérida se creó en 1998 el Premio Nacional de Poesía Experimental Raúl Renán. Colaborador de El Ángel, El Gallo Ilustrado, Estaciones, La Jornada, La Plaza, Los Libros Tienen la Palabra, Nostromo, Sábado, y Vuelta. Miembro del SNCA desde 1999; Creador Emérito desde 2011. Medalla Yucatán 1987. Premio Antonio Mediz Bolio 1992.”

La Vieja Guardia tuvo el enorme honor de haber alojado unas letras suyas. Las recuperamos y compartimos, en la convicción de que la obra de Raúl Renán trascenderá el tiempo y será justamente valorada.

Descanse en paz. Nos sumamos a la tristeza de su familia, amigos, alumnos y lectores que le siguen queriendo.

Nuestra eterna admiración, Maestro.

Texto: Antonio Peraza Rivero.