- La Vieja Guardia
"El mundo se está quedando sin potencia computacional".
Esas fueron las palabras que Satya Nadella, el director ejecutivo de Microsoft, pronunció este martes en el Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza.
El ingeniero, que dirige la compañía de Bill Gates desde 2014, sospecha que las computadoras cuánticas —que ya están siendo desarrolladas en laboratorios de todo el planeta— necesitarán enfrentarse a serios problemas en los próximos años.
Y explicó que ese tipo de tecnologías solo podrán lograrse con más poder informático, pero no estamos preparados para ello.
"La Ley de Moore se está agotando", explicó, asegurando que necesitaremos computación cuántica —máquinas ultrarrápidas basadas en cúbits (bits cuánticos) capaces de resolver problemas mucho más velozmente que las máquinas que usamos usualmente— para "crear todas esas experiencias enriquecedoras, toda esa inteligencia artificial.
Pero al ejecutivo de Microsoft no es el único a quien le preocupa este asunto. Analistas informáticos llevan años advirtiendo sobre el tema.
Un antes... y un después
Lo que sucede es que , según la SIA, aunque es físicamente posible que los fabricantes de microprocesadores lleguen a crear algunos chips más de lo estipulado por Moore, no sería práctico a nivel financiero, debido a los altos costos que implica.
Y, siendo optimistas, la fecha límite —de acuerdo con el presidente y CEO de la SIA John Neuffer— sería, como mucho, 2030.
En busca de alternativas
"Cada nueva generación produce transistores más veloces capaces de procesar información más rápido que los creados por la generación tecnológica anterior. En el pasado, esa característica permitía a los microprocesadores operar a frecuencias más altas", detalló la SIA en un informe reciente.
Sin embargo, continúa el documento, las computadoras se basan en un sistema que no ha cambiado mucho desde que el matemático y científico John von Neumannintrodujo varios conceptos clave en 1945.
Hasta el año 2000, cada generación de microprocesadores mejoró en cuanto a rendimiento y a consumo de potencia.
Ahora estamos alcanzando límites térmicos y eso se está convirtiendo en un problema, dice el periodista Graeme Burton. Y a ello hay que sumar las trabas económicas.
Para solucionar el problema, la industria se ha visto obligada a desarrollar complejos algoritmos, dice la SIA. Además, el uso creciente de la tecnología móvil en todo el mundo ha aumentado la presión para reducir el consumo energético.
Según la SIA, las mejoras en la memoria flash podrían ser clave para gestionar la situación, pero esa no es la única opción (ni la más fiable).
Durante décadas, el sector informático ha confiado en que los ingenieros encontrarían la manera de hacer que los componentes de los chips fueran más pequeños, rápidos y baratos.
Y la tecnología ha avanzado. Pero tal vez haya llegado el momento de que los fabricantes busquen alternativas reales que conduzcan a una nueva "ley" universal.