- La Vieja Guardia

Especialista busca prevenir conductas delictivas en niños y jóvenes

Fecha: 19 ago 2018

México, Ago (Notimex).- Al realizar una descripción detallada del perfil psicosocial de sicarios, la especialista Arcelia Ruiz Vázquez propuso un modelo de intervención para prevenir conductas delictivas en niños y jóvenes, siendo en estas etapas en las que el crimen organizado recluta a su "personal".

La egresada del doctorado interinstitucional en Psicología, avalado por cinco universidades del país, incluida la Universidad de Guadalajara (UdG), realizó entrevistas en Guerrero y tomó en cuenta otras proporcionadas por colegas que trabajan en la rama criminalística.

Las entrevistas se aplicaron en Guerrero, Michoacán, Aguascalientes, Nayarit, Chihuahua y Baja California, y el estudio considera a los sicarios en cuatro grupos: marginal, antisocial, psicopático y sádico.

El trabajo de investigación titulado "Personalidad, valores y motivación criminal del sicario en México" inició en 2013 y, a través de un comunicado de la Universidad de Guadalajara, dio a conocer los resultados.

La experta informó que, de acuerdo al análisis de la información, alrededor de 85 por ciento de la muestra está constituida por sicarios antisociales y marginales, mientras que cerca de 15 por ciento de la población restante se les consideró psicopático y sádico.

En su trabajo, propone un modelo de intervención para prevenir las conductas violentas y delictivas en la población infantil y juvenil, y su apuesta es "incentivar el emprendimiento y desarrollar la creatividad de los jóvenes".

En el comunicado y sobre el perfil de los sicarios, detalla que consideraron marginal a aquellos que provienen de zonas rurales de extrema pobreza, y que durante la niñez y adolescencia no presentan comportamientos antisociales como robos y peleas.

El factor económico es el motivo por el cual ingresan a la delincuencia organizada, donde desarrollan conductas antisociales, pero precisó que no todos los que entran al crimen organizado desde niños por esta razón, llegan a ser sicarios.

"Los jefes, para escogerlos, toman en cuenta algunas características como agresividad, impulsividad, temeridad y búsqueda del placer constante, de lo contrario, dejan que desarrollen otras tareas como cuidadores de casas de seguridad o transportistas de drogas ilegales", explicó.

Mientras que la conducta antisocial la describe como aquella que se desarrolla en un ambiente propicio para el crimen, dentro de zonas conurbadas con altos niveles de marginación social, económica y académica.

Estos sicarios provienen, por lo general, de familias altamente disfuncionales, donde es frecuente la violencia, el maltrato y las adicciones, y en las que incluso el delito es una forma de vida aceptada y alentada.

El perfil psicopático se refiere en la investigación a que la conducta delictiva se desarrolla en ambientes con tendencia al crimen, y no necesariamente sufre marginación económica. Provienen, explica, de familias disfuncionales con afectaciones psíquicas y afectivas, con maltrato excesivo o abusos físicos y sexuales de los padres, con casos de asesinatos o comisión de delitos.

"Tiene un ascenso rápido por su capacidad de liderazgo, manipulación, encanto superficial (es simpático) y las habilidades cognitivas que le permiten la planeación estratégica de sus crímenes", comentó.

Mientras que al psicopático lo impulsa el hecho de obtener dinero y alta calidad de vida, el sádico disfruta de torturar y ejecutar con la mayor crueldad a sus víctimas. Las ganancias económicas para este grupo son secundarias.

En su propuesta de intervención, Ruiz Vázquez planea trabajar con menores, familias, escuelas y grupos de pares. Se trata de un entrenamiento para desarrollar habilidades sociales, afectivas y cognitivas que le permita enfrentar los factores de riesgo para el crimen en su medio sociocultural.