México, Abril de 2018 (Notimex).- Si las sensaciones de preocupación, estrés y proyecciones de los pensamientos que mantienen las personas se “sobrepasan” y no se atienden de manera adecuada, pueden llegar a convertirse en trastornos de ansiedad, advirtió Joaquín Gutiérrez, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, de la UNAM.

Explicó que si bien todas las personas llegan a sentir miedos y ansiedad, el trastorno de ansiedad es una situación mayor que suele desencadenarse ante hechos impactantes como la pérdidas de seres queridos o del patrimonio, por ejemplo.

Hizo énfasis en detectar la diferencia entre ansiedad y trastorno de ansiedad, pues de la primera dijo que se trata de respuestas normales ante un riego real o imaginario, y que de no manejarse de forma adecuada se convierten en trastornos.

“Estos cuadros casi siempre se acompañan de síntomas neurovegetativos como palpitaciones, opresión en el pecho, sensación de nudo en la garganta, sudoración en las manos, dolores de cabeza o mareos frecuentes, entre otros”.

El trastorno de ansiedad, añadió el especialista, se refleja con un conjunto de alteraciones que modifican el comportamiento y que son desencadenadas por la pérdida del control de los mecanismos cerebrales relacionados con el estrés y el miedo.

Gutiérrez Soriano lamentó que las enfermedades mentales no tengan el mismo peso que otras como el cáncer, sin embargo, aclaró que el trastorno de ansiedad es un problema de salud pública y que puede “empujar a la muerte” ya sea por suicidio u homicidio.

En un comunicado difundido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recalcó que las enfermedades mentales también son discapacitantes, ya que las personas afectadas dejan de realizar sus actividades ante los síntomas que presentan.

De igual forma, se refirió al estrés postraumático y agudo, clasificados dentro del grupo de trastornos de ansiedad, y que se encuentran con frecuencia en las personas que sufren eventos como desastres naturales.

“El estrés agudo surge después del evento traumático y puede durar de tres días a un mes, y también afecta a quienes no lo vivieron. Si al paso del tiempo persiste, se puede convertir en trastorno de estrés postraumático, pues a veces los individuos reexperimentan lo vivido”.

Agregó que el tratamiento del trastorno de ansiedad puede realizarse con un especialista en terapias como la cognitivo-conductual o el método Mindfulness, además recomendó meditación, yoga y ejercicio.