Chilpancingo, México (agosto 2018).- Colectivos de familiares de desaparecidos, asesinados y secuestrados en Guerrero pusieron en marcha un centro de atención a víctimas reclamando al Gobierno de Héctor Astudillo por no atender este problema.

Durante la presentación del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello, el Obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, reprobó que el Gobierno no resuelva los casos de asesinatos ni atienda a las víctimas de esta violencia.

Anunció que su Diócesis va abrir dos centros de atención a víctimas, uno en Iguala y otro en Chilapa, en donde se brindará ayuda psicológica a quienes la requieran.

Al referirse a los dirigentes de las organizaciones criminales, a quienes calificó de victimarios, el prelado señaló que ellos también requieren ayuda.

"Nos hemos comprometido en trabajar en favor de la paz, pero también con atención a las víctimas pero también a los victimarios", sostuvo.

"Uno de los fines personales que yo tengo es ir hablar con los victimarios porque sabemos de dónde viene la fuente de la violencia y si logramos parar esa fuente de la violencia para mi es muy importante", dijo el obispo ante decenas de familiares afectados.

Rangel dijo estar de acuerdo en la propuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de que se legalice la siembra de amapola para fines medicinales en aras de reducir el crimen por su tráfico ilegal.

"Es un buen paso para acabar con la violencia en el País y en Guerrero", aseguró.

Guadalupe Rodríguez Narciso, del colectivo de familiares de desaparecidos, asesinados y secuestrados de Chilpancingo, señaló que gracias a la unión de todos los familiares se han hecho escuchar, sin embargo, el Gobierno sigue insensible a sus reclamos.

En la inauguración de este centro de atención estuvieron los colectivos de los familiares de los desaparecidos, asesinados y secuestrados de Iguala, Chilapa, Chilpancingo y Acapulco; un padre de los 43 normalistas de Ayotzinapa; el coordinador del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández y del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares Hernández.