- La Vieja Guardia

​Hernán Gómez Amaro, galardón para un exponente de la libre arquitectura

Fecha: 03 oct 2018

Mérida, Yucatán, 3 de octubre de 2018.- La arquitectura está siempre ligada al arte, pero a diferencia de esta rama de la plástica, una obra arquitectónica no sólo se puede disfrutar y admirar, sino que es posible vivir en ellas, especialmente si ésta fue realizada por el Arq. Hernán Gómez Amaro, se dijo en el marco de la celebración del Día Nacional del Arquitecto, en la cual el profesional yucateco recibió el premio al Arquitecto del Año 2018.

El acto se realizó, el pasado 1 de octubre, en el centro de enseñanza ubicado en la colonia Montebello, organizada por directivos del Colegio de Arquitectos de la Zona Metropolitana de Mérida, quién de esa manera reconoció la fructífera carrera del Arq. Gómez Amaro, que a lo largo de cuarenta años ha practicado el diseño, la construcción, la docencia y la investigación.

En el acto, el presidente del Colegio, Carlos Escalante Marín, destacó que Gómez Amaro es un ejemplo para las nuevas generaciones. Destacó que el premio no es sólo por su trayectoria sino porque Gómez Amaro es un exponente de la libre arquitectura.

Previa a la ceremonia el galardonado ofreció a los asistentes un recorrido por el centro de enseñanza que está desarrollando, junto con un grupo de arquitectos como Evangelina Loroño y su hermana, quienes dan continuidad a un proyecto que surgió en 1986 gracias al esfuerzo de otros cinco arquitectos que compraron cuatro terrenos que eran monte y desde ese entonces acordaron realizar una obra asociada a la naturaleza.

Explicó que todos los árboles que hay en ese sitio fueron respetados y complementados con otras plantas que le dan la impresión de estar en un pequeño paraíso natural.

En ese sitio se instalaron varias láminas en las que se sintetizan una veintena de obras que Gómez Amaro ha realizado a lo largo de su vida profesional entre las que destacan los trabajos de rescate del teatro “José Peón Contreras” que se llevó a cabo en 1980.

Obra que le fue adjudicada, porque en ese tiempo sólo había en el estado poco más de una centena de arquitectos, cifra muy inferior a los más de tres mil 600 que hay en la actualidad y unas 18 escuelas de arquitectura, es por ello que desde que egresaban la mayoría ya estaba involucrado en algún proyecto u obra.

Recordó que fue la Arq. Valeria Prieto, al Ing. Santiago Martínez Ríos y al Lic. Jorge Lizcano Esperón, por el apoyo y cobijo que recibió de parte de ellos para realizar la obra, la cual jamás se imaginó el tamaño del proyecto, un teatro de seis niveles que estuvo abandonado por muchos años y que tuvo el privilegio de romper el candado, sin saber qué problema podía haber, pero acompañado de Frank Solís, que era secretario particular de Carlos Carrillo Vega, que era el Oficial Mayor del Gobierno del Estado.

Una vez en su interior, se encontró con toda clase de animales muertos, gatos, perros, zarigüeyas, especialmente en la cúpula, en donde había más 400 palomas muertas.

Detalló que la cúpula, fue el evento más relevante, porque durante el proceso de remodelación del último techo de galería se colapsó, pero y a pesar del susto, no hubo persona lesionada, pero que a la vez le permitió descubrir el prodigio y la audacia de la estructura del edificio, que tiene no una, sino dos cúpulas, una de ferro-cemento y la otra que contiene el fresco llamado “La alegoría de las artes y de las ciencias”, del italiano Nicolás Alegreti, cuya cúpula apareció flotando en el aire, porque está sujeta a una estructura rectangular, apoyados en los borde de palcos que también son de estructura metálicas, con tensores ocultos en la mampostería.

También destacó una estructura de polines que construyeron los albañiles que va desde el techo de la cúpula hasta el sótano de luneta, gracias al ingenio de los trabajadores.

También se exhibieron obras realizadas en el Campus Tizimín y la Prepa 3 de la UADY, así como el complejo del Consejo para la Acreditación de las Ciencias Exactas e Ingenierías en el Parque Científico Tecnológico.

A la entrega del premio acudieron familiares y amigos, así como representantes de las diferentes esferas de gobierno, en la que el galardonado dijo que: “Yo lo resumo mi trayectoria de esta manera: mismo ímpetu, menos físico y más experiencia”, resaltó.

Puso énfasis en 4 aspectos en lo que se debe seguir trabajando: el primero de ellos, dijo, recuperar la cultura, la tecnología y los conocimientos del pueblo maya.

Además, trabajar en conjunto, sumar y además hacerlo con base en las inteligencias múltiples.

Por parte del Ayuntamiento de Mérida estuvo presente el director de Desarrollo Urbano, Federico Sauri Molina, además del titular del IMPLAN, Edgardo Bolio Arceo, entre otros invitados.