- La Vieja Guardia

Klose, el máximo goleador en la historia de los Mundiales

Fecha: 07 jun 2018

Transcurría el minuto 23 de la semifinal del Mundial entre Alemania y Brasil cuando el delantero alemán Miroslav Josef Klose, de 36 años, tomó el balón dentro del área de Brasil, disparó a un costado de la portería de Julio César y anotó un gol que lo vuelve único: con 16 tantos, es el máximo anotador en la historia de los Mundiales.

Hasta este partido en Belo Horizonte, Klose compartía esa distinción con el brasileño Ronaldo Nazário, a quien había igualado en la lista de artilleros con un tanto ante Ghana en la primera ronda.

En ese momento, Klose también igualó la hazaña de Pelé y Uwe Seeler y se convirtió en el tercer futbolista que anota en cuatro mundiales distintos: Japón y Corea del Sur 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

Apenas unos días antes del comienzo del Mundial, Klose había además batido el récord de goles de Alemania al marcar en un encuentro amistoso contra Armenia.

Miroslav Klose nació hace 36 años en Polonia. Su familia se trasladó a Alemania cuando el futbolista tneía 8 años y apenas hablaba dos palabras de alemán.

Comenzó sus pasos en la liga alemana, la Bundesliga, de la mano del Kaiserslauten, equipo en el que fue titular desde 2000 hasta 2004. De allí marchó al Werder Bremen, donde permaneció tres temporadas.

En 2007 fue transferido al Bayern de Múnich y allí coincidió con el italiano Luca Toni y con el francés Franck Ribéry. En sus cuatro temporadas con el conjunto bávaro, Klose disputó 98 partidos de liga y 30 en competiciones europes.

En junio de 2011, no hubo acuerdo para confirmar la renovación con el Bayern y el futbolista se mudó a Italia donde juega en las filas del Lazio, siempre en la posición de delantero.

Sus números en las competiciones de clubes no son espectaculares y probablemente por eso llame más la atención que su desempeño en la selección alemana lo haya encumbrado hasta codearse con los mejores y aparecer en listados que comparte con Ronaldo o Pelé.

Según los expertos, la explicación es bien sencilla. En la selección alemana, Klose ha coincidido con una generación de extraordinarios mediocampistas.

Todos los goleadores necesitan pases y Alemania cuenta con Mesut Özil, Toni Kroos, Thomas Müller, Mario Götze, Julian Draxler, André Schürrle y Lukas Podolski, todos ellos capaces de suministrar pases precisos que él sabe aprovechar como nadie gracias a su olfato de gol, su movilidad en el área pequeña, sus reflejos y su gran habilidad para la definición de cara a la portería, en tiros cruzados y a ras del suelo.

La otra explicación, quizá paradójica pero relevante, es que Klose ha tenido poca competencia para el puesto de delantero principal en el equipo alemán.

Sin embargo, si bien Klose llena los grandes titulares desde que alcanzó a Ronaldo -y los llenará aun más ahora que lo superó- lo que más destacan de él quienes bien lo conocen es su modestia y bajo perfil.

Y por supuesto, la deportividad.

Dos ejemplos justifican este último comentario.

En 2005, en un partido de la Bundesliga entre el Werder Bremen y el Arminia Bielefeld, con empate a 0, Klose cayó en el área del Arminia y el árbitro señaló penalti. El jugador habló con el colegiado y dijo que no había sido penal, pero el árbitro no cambió su decisión. Klose lanzó el balón fuera.

Años después, ya en Italia, en un encuentro entre el Lazio y el Nápoles, Klose marcó un gol con la mano. Después de cierto alboroto por las quejas de los jugadores napolitanos, el alemán le explicó al árbitro lo que había sucedido y el gol fue anulado.

Ahora, con su nombre ocupando los principales diarios y programas de televisión, el delantero reconoció el valor de lo conseguido -“Veinte partidos, 15 goles… No está mal”, dijo después de igualar el récord de Ronaldo- pero a continuación se rió de sí mismo al hablar sobre la característica voltereta con la que celebra los tantos: “No sé hace cuánto no lo hacía. No me salió muy bien”.

Fuente: BBC