La fuente periodística de presidencia también pierde privilegios. En el Hércules no hay baños, apenas paracaídas
Fecha: 20 feb 2019
Saltillo, Coahuila, febrero de 2019 (SinEmbargo).– Durante décadas, los periodistas que cubrían la fuente de Los Pinos eran los privilegiados. Eran los que viajaban con el Presidente por todo el mundo, con gastos cubiertos por el Gobierno. Llevaban consigo la memoria del sexenio y muchos de ellos eran cronistas, siempre al servicio del Estado mexicano. Muchos publicaban libros de andanzas donde destacaba su cercanía con el poder, su vínculo estrecho con el mandatario en turno.
Y eran, casi siempre, los que llevaban “la cuenta” de presidencia, es decir, facturaban para sus medios la “famosa” Publicidad Oficial, casi siempre con comisión. Se volvían ricos y tenían poder. Hablaban al tú por tú con secretarios de Estado y eran depositarios de las exclusivas: las entrevistas que daba el Presidente en los Informes de Gobierno, las filtraciones que adelantaban acciones o eventos. Casi nunca cuestionaban al poder porque eran parte del poder: comían con políticos encumbrados, hablaban con ellos de las intrigas de palacio.