- La Vieja Guardia

La playa de los muertos, el último paraje de Sayulita que debe su nombre al cementerio del pueblo

Fecha: 19 ago 2017

El pueblo mágico de Sayulita es uno de los destinos más atractivos del Pacífico mexicano no solo por lo rústico de sus calles, sino por la posibilidad de surfear o nadar en la “Playa de los muertos”, a la que se llega atravesando un cementerio.

Este pueblo de unos 2 mil 300 habitantes está ubicado en el litoral que une a los estados de Nayarit y Jalisco (oeste de México), a unos 40 kilómetros de Puerto Vallarta.

La belleza de sus playas y su vida relajada atraen desde hace más de una década a turistas de Canadá, EU y Europa y, más recientemente, a australianos, dice a EFE Richard Zarkin, gerente de Relaciones Públicas de la Oficina de Visitantes y Convenciones de la Riviera Nayarit.

De acuerdo con agencias de viajes, fue el destino mexicano más visitado en 2016 y constantemente es recomendado en internet como uno de los lugares que hay que conocer.

Sayulita fue declarado pueblo mágico en 2015 por sus calles empedradas, cafés, pizzerías, galerías y pequeños hoteles.

La práctica del surf está arraigada entre sus habitantes, quienes además se dedican a enseñar el arte de “correr una ola” tanto a los niños como a los turistas que llegan.

De aquí han salido campeones de torneos nacionales e internacionales. Adrián Rodríguez es uno de ellos, representa la tercera generación de surfeadores en su familia.

El joven de 29 años, dueño de la escuela de surf “El Costeño”, cuenta a EFE que su pasión por las olas nació a los 6 años y continúa con más fuerza tras representar a México en varias competencias.

La magia de este deporte es que “no hay límites. Puedes tomar una tabla y divertirte y agarrar olas. Si ahí te sientes cómodo, ahí te vas a quedar, pero si lo quieres hacer más profesionalmente, (…) lo llevas tan lejos como tu visión te alcance”, dice.

En la última década, comenta, muchos turistas mexicanos y extranjeros decidieron quedarse en Sayulita. Buena parte de ellos para aprender a surfear y aprovechar el oleaje “privilegiado” de la zona.

Fuente: EFE.