- La Vieja Guardia

Las leyendas se despiden, el adiós de Bolt y Farah

Fecha: 04 ago 2017

Unos se van, el otro llega: los Mundiales de atletismo que arrancan hoy en Londres son la última gran cita de estrellas como Usain Bolt o Mo Farah, pero también la oportunidad para que Wayde van Niekerk se confirme como la nueva figura del deporte madre del olimpismo.

Precisamente esta cita llega un lustro después de que el atletismo mundial se reuniera en el Estadio Olímpico de la capital inglesa en los Juegos de 2012. En aquella ocasión Bolt volvió a ganar los 100, los 200 y el relevo 4×100 metros, mientras que Farah sumó el primero de sus dos dobletes olímpicos en los 5.000 y los 10.000 frente a un público entusiasta que estableció un nuevo estándar para el deporte.

Ambos anunciaron su retirada del tartán para el final de esta temporada y quieren hacerlo a lo grande: bañados en oro. El jamaicano, para agrandar su ya notable palmarés; el británico, porque espera dedicarse al maratón convertido en una leyenda.

“Todavía soy el más rápido, sin duda. Si compito en los Mundiales es porque confío en mis habilidades”, dijo Bolt, que mañana correrá por última vez el hectómetro (al menos individualmente porque le quedará el 4×100). “Usain Bolt se retira sin ser vencido. El domingo me gustaría leer ese titular en la prensa”.

Hasta ahora, su mejor tiempo esta temporada son los 9,95 segundos en la Liga de Diamante de Mónaco, a 13 centésimas del registro del estadounidense Christian Coleman, el mejor en lo que va de año.

Bolt seguramente deleitará al público con sus clásicos gestos antes y después de la carrera, al igual que Farah, que desea volver a hacer ElMobot (la figura con la que celebra sus triunfos) dos veces más frente a su público. La primera esta misma noche, pues se pone en juego ya la primera medalla de oro con la final de los 10.000 metros (22:20). Muy pocos apostarán por otro que no sea el atleta de origen somalí, que ha dominado el fondo mundial de forma abrumadora durante los seis últimos años, a partir de Daegu 2011, donde el título se le escapó por muy poco ante el etíope Ibrahim Jeilan.

Sus dobletes (5.000 y 10.000) mundiales en Moscú 2013 y Pekín 2015 y olímpicos en Londres 2012 y Río 2016 deberían haber bastado para blindar su figura, pero las sospechas en torno a los métodos empleados por su entrenador, Alberto Salazar, lo han puesto a menudo en el disparadero. Salazar no acompañará a su discípulo en Londres. Envuelto en la controversia, el técnico, ex corredor de maratón, se quedó en casa. No figura entre el personal acreditado.

Las relaciones entre técnico y atleta se han ido enfriando a medida que se propalaban las sospechas sobre los métodos de Salazar, que han suscitado la intervención de la temible Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), brazo ejecutor del ciclista Lance Armstrong. La familia de Farah sigue viviendo en Portland, pero él pasa gran parte del año entrenando en Etiopía, sobre todo durante el invierno, y en la estación pirenaica francesa de Font Romeu en el verano.

Curiosamente, uno de sus más duros rivales será su compañero de entrenamientos el estadounidense Galen Rupp, subcampeón olímpico aquí mismo en Londres cuatro años atrás. Una nueva victoria de Farah redondearía una racha sin precedentes de 10 títulos consecutivos en grandes competiciones (olímpicas, mundiales y europeas). Los etíopes Abadi Hadis y Jemal Yimer, líderes del ranking, cargarán con la responsabilidad de endurecer la carrera.

La final de 10.000, única del primer día, tendrá que competir con la primera comparecencia de Usain Bolt por atraer la atención de aficionados y medios. El astro jamaicano saldrá a la pista a partir de las 21:20 para disputar la primera ronda de 100 metros, la única prueba individual que hará en Londres.

Fuente: HuelvaInformación