Por Marco Antonio Cortez Navarrete

Si alguien pensó al inicio del campeonato mundial de futbol, que se está llevando a cabo en Rusia, que Croacia estará en gran final contra Francia hubiese aprovechado ese instante de lucidez para comprar un billete de lotería y ser virtual ganador.

La verdad es Croacia ha enseñado al mundo lo que es tener coraje, pundonor y sobre todo mentalidad, mentalidad ganadora, la misma que se requiere para venir de atrás y ganar, tal y como lo hizo ante la oncena inglesa que, desde aquel mundial en su país, en 1966, no goza las mieles de disputar una copa del mundo, aun siendo, según muchos estudiosos y expertos, la cuna del deporte más practicado hoy en el mundo.

Los jugadores balcánicos, esos mismos que ayer, siendo niños vivieron en carne propia una guerra étnica producto de la desintegración de Yugoeslavia, para dar paso a una diversidad de países como Serbia, Bosnia, Montenegro y Croacia, mostraron al mundo que no conocen del cansancio, que nunca, nunca, hay que darse por vencidos y que más allá de la estrategia está en corazón. Ese gol de Mandzukic, delantero de sacrificio y entrega, será recordado como el momento justo cuando Croacia le dice al mundo ¡presente!

El domingo tendrá en frente a un rival de mucha tradición, Francia, que ya sabe lo que es ser campeón del mundo, y que una de sus características principales es tener un plantel donde solo el técnico y dos o tres jugadores más son galos, es decir, franceses de cepa. Los demás integrantes del equipo provienen de países africanos, hoy independientes, pero en cuyo pasado está la colonización francesa.

No se usted, pero este esta final inédita, será recordada por un puñado de guerreros croatas que nunca se dan por vencidos y que tal vez merecen la gloria que otorga el balompié, ser campeones del mundo, en un país como Rusia que, dicho sea de paso, demostró al mundo no tan solo su enorme capacidad en materia de seguridad, sino también su modernidad y solidez en múltiples campos como la económica, cultural, educativa, tecnológica y científica.

Campeonato inédito, ¿Qué pasó con la maquinaria alemana?, ¿Dónde están los argentinos, españoles y brasileños? Sin duda el mundial de las sorpresas, de equipos como Bélgica que sorprendieron a todos. En fin, Rusia 2018 pasa a la historia como el mundial de las sorpresas y, en este contexto nos preguntamos ¿y México? ¿Qué paso con la selección? Una desilusión más, un mundial más que nos quedamos en la orilla. Recuerdo con mucha lucidez aquel mundial de 1970 cuando Italia borro con 4 goles las esperanzas de los mexicanos y, desde entonces, hemos vivido esperando llegar a instancias como las logradas por los croatas, país que de las cenizas de la guerra de los Balcanes hoy muestra al mundo lo que es tener coraje y mentalidad triunfadora.