- La Vieja Guardia

Mercado de la Nueva Viga, tan vivo como hace 26 años

Fecha: 09 mar 2019

México, 9 Mar (Notimex).- Trabajan desde muy temprano, enfundados en sus eternas botas blancas y batas del mismo color, barren constantes el agua que escurre de los contenedores con hielo para mantener huachinangos, salmones, mojarras, camarones y cangrejos vivos.

El mercado de la Nueva Viga huele a mar, también un poco a contento, las ventas en este periodo de Cuaresma registran incrementos importantes, coincidieron algunos locatarios.

Este mercado, el más grande en distribución de pescado y marisco de Latinoamérica, llena los ojos de los rojos pulpos que yacen en raspados de hielo, la música es variada, emana de pequeñas bocinas que tienen distintos locatarios que escuchan desde cumbias, hasta reggaeton y danzones, pero que a la vez ofrecen cada uno a gritos los mejores precios.

César Gómez explicó que la mojarra es la que se consume más en esta temporada y las familias acostumbran prepararlas fritas, al mojo de ajo y a la diabla; aunque también se vende el huachinango, robalo, salmón y pulpa de jaiba, mientras que los mariscos preferidos por los chilangos son el camarón y la almeja viva chocolata, estas dos últimas, dijo, porque se antojan más con el calor que ya comienza a anunciar la primavera.

En esta temporada, que concluye hasta mediados de abril, al término de la celebración católica de la Semana Santa, los días de venta con mayor movimiento son los jueves y los viernes de vigilia; y con expresiones de felicidad dice que el periodo de Cuaresma y de Navidad son cuando los locatarios tienen más trabajo.

Gonzalo González explica enfundado en su pulcra bata blanca, que en su opinión, los pescados preferidos por los capitalinos son el huachinango, róbalo, extraviado y el dorado con precios para todos los bolsillos; al mercado acuden personas de todos los rumbos de la capital del país y los precios son muy variables y que en realidad es la disponibilidad de la especie la que determina los precios a la alza o a la baja.

Víctor Arias es especialista en mariscos, los naranjas camarones de todos los tamaños contrastan con los oscuros ostiones, también vende pulpa de jaiba y calamar cocido, así como salsas y aderezos para facilitar la tarea de cocinarlos; en su opinión, el camarón para coctail es el que más se vende en temporada de cuaresma, aunque las ventas fuertes son en plena Semana Santa.

Los precios van desde 150 hasta 160 pesos por kilo, la diferencia de precio en realidad solo depende del tamaño del molusco; el mediano, que rinde para toda la familia, es el preferido del lugar, él considera que es importante que las personas recuerden el mercado de la Nueva Viga.

“A veces se olvidan de nosotros, sería bueno que se dieran una vuelta por acá, hay productos muy baratos, muy frescos, las personas vienen buscando robalo y huachinango, que son más caros y piensan que todos los pescados y mariscos son caros, pero hay muchas especies muy baratas y muy sabrosas que sería bueno que las personas conocieran para que consumieran más productos marinos”:

Andrés Santos vende pacotilla, pulpo, calamar, “de todo un poquito”, dijo al recomendar acudir al mercado a comprar con tiempo debido a que el cree que con el paso de los días los precios irán aumentando ya que algunos de los proveedores también suben sus costos por la temporada en la que él observa incrementos importantes en sus ventas.

Jesús Guzmán trabaja en el restaurante El Puerto de Alvarado, vende mojarras en diversas presentaciones, filete de huachinango y corvinas, además de ostiones, caracoles y otras especialidades que se sirven en generosas porciones; él considera que se ha perdido la tradición de la Cuaresma, aunado a que se cree que el pescado es caro pero el lugar ofrece para todos los bolsillos.

Estimó que una persona come bien con 200 o 300 pesos, “no se observa incremento de personas, es normal, la tradición ya se ha perdido, para nosotros es normal pero los días fuertes son los sábados y domingos, sólo en la Semana Santa sí sube un 200 por ciento”, en los restaurantes hay música, cerveza, empanadas, quesadillas y filetes para todos los gustos y bolsillos”.

El Mercado de la Nueva Viga, situado en avenida Prolongación Eje 6 Sur, colonia San José Aculco, en la alcaldía de Iztapalapa, al oriente de la capital mexicana, fue inaugurado en 1993, es el más grande de Latinoamérica en venta de pescados y mariscos, así como el segundo más grande del mundo, solo superado por el de Tokio, en Japón, que cuenta con una superficie de 900 metros cuadrados.

En sus naves existen 202 bodegas de mayoreo, 55 de menudeo y 165 locales comerciales, en el bullicioso y vivo centro de Abastos concurren cada día unos 25 mil consumidores y se comercializan más de mil toneladas de productos marinos, lo que representa casi 60 por ciento de la producción nacional.

Además se distribuyen alrededor de 540 especies nacionales e importadas, aunado a que genera más de siete mil 509 empleos directos y un número o calculado de indirectos; desde las cuatro de la mañana comienza el trajín por la descarga de los camiones atiborrados de frescos productos de mar.

A las seis de la mañana, cuando apenas comienza a salir el sol, ya los vendedores rechinan las cortinas metálicas al subirlas para cantar a gritos los mejores precios, los vapores que emanan de las enormes cacerolas en las que tiras de pescado frito adquieren el punto exacto y las empanadas rellenas de camarón con aguacate y mayonesa se vuelven bien doradas, se impregna en los cabellos y en toda la ropa.

El mercado de la Nueva Viga está vivo y los rojos, amarillos y verdes de las aguas de jamaica, naranja y limón que se ofrecen en los pasillos dan cuenta de ello, todo el día hasta las seis de la tarde hay movimiento constante, cuando los hombres y mujeres que ahí trabajan vuelven a echar agua con jabón y cloro para dejar sus locales impecables y poder así volver a comenzar de nuevo al día siguiente.