- La Vieja Guardia

Morelia, en gradual recuperación turística

Fecha: 09 mar 2018

Durante años Morelia fue la campeona turística entre las ciudades coloniales del país. Su belleza e importancia histórica se reconoció al designarla Patrimonio Cultural de la Humanidad, los visitantes llegaban por millares para disfrutar sus calles, asombrarse con sus monumentos, gozar de sus lagos y ríos y participar de su vida artística y cultural.

Los turistas que llegaban a la capital michoacana extendían sus paseos hacia el volcán Paricutín, el santuario de la mariposa Monarca o algunos de los ocho Pueblos Mágicos que tiene esa región del centro del país, la cual colinda con el Estado de México, Guerrero, Colima, Jalisco y Guanajuato que son su principal flujo de sus paseantes.

Todo se vino abajo a partir de 2008, cuando hubo atentados en pleno centro histórico, atribuidos a cárteles de la droga, los cuales tuvieron en ese territorio su principal plataforma de operación. En esa zona comenzó la guerra militar contra los campos, lanzada por el presidente Felipe Calderón, michoacano de nacimiento.

Dos años antes de esa fecha, surgió el temor entre habitantes y turistas cuando hombres armados lanzaron cinco cabezas humanas al interior de un centro nocturno de Uruapan, otra de las ciudades turísticas de esa entidad.

Durante largo tiempo hubo escenas brutales por parte del crimen organizado, encabezado por La Familia Michoacana, a la cual siguieron otros grupos de narcotraficantes. En medio de acusaciones a las autoridades de estar vinculadas con los criminales surgieron las autodefensas, grupos civiles armados para protegerse.

Ante ese panorama los turistas huyeron. Empresarios morelenses del ramo aseguran que muchos de ellos se quedaron sin el 90% de sus clientes. Para sobrevivir, parte de los establecimientos cambiaron de giro o estrategia. Agencias de viajes enfocadas al turismo receptivo se volvieron exportadoras, armaron paquetes de viajes para sacar de paseo a los michoacanos.

Hoteles, restaurantes, bares, tiendas, transporte y otras actividades económicas más que dependen del turismo fueron afectadas. La crisis pegó a taxistas, meseros, camaristas, cocineros, artesanos, guías, comerciantes y todos aquellos cuyo ingreso dependía del arribo de visitantes.

Reconquista del turismo

Autoridades y prestadores de servicios turísticos afirman que en los últimos años se revirtió esa situación. Ahora el número de visitantes va en aumento aunque todavía no se llega a los 3 millones de paseantes anuales que lograron en su mejor época.

Hay quienes dicen que están a punto de lograr esa meta, la distancia es de 10%. Pero otros mencionan una cifra mayor, consideran que falta 20%.

Hace unos días, en visita que hizo el presidente Peña Nieto a Michoacán, el gobierno estatal -de extracción perredista- afirmó que ahora la ocupación hotelera es de 65%, lo cual es signo de recuperación turística.

El sector privado considera elevada esa cifra, los empresarios reportaron 51.57% de ocupación en las pasadas fiestas patrias, una de las temporadas altas de turismo en esa zona.

Cifras oficiales de turismo (Datatur) muestran que hasta 2016 la ocupación hotelera se mantenía en 40% en promedio.

El Ayuntamiento de Morelia, cuyo alcalde panista se separó de ese partido y se declaró independiente, dice a su vez que en el pasado mes patrio el arribo por vía aérea de pasajeros nacionales y extranjeros aumentó 10%, en comparación con el mismo lapso de 2016.

En todo el año se esperaba alza de 20% en viajeros nacionales y de 9% en extranjeros.

Aunque difieren en las cifras, autoridades y turisteros coinciden en que los viajeros están regresando a Morelia, principalmente los nacionales, que hoy día son la principal corriente hacia esa capital y otros sitios de Michoacán. El visitante procedente de otros países es mínimo, Mérida la supera en este rubro.

Seguridad y calma

Los morelianos se quejan contra los medios de difusión, a quienes atribuyen la imagen de inseguridad que tiene esa ciudad y todo Michoacán en general. Los habitantes afirman que los problemas de violencia se dan en el interior de la entidad, en zonas alejadas de los centros turísticos, y subrayan que el visitante puede moverse sin preocupación en los principales sitios de paseo.

Sin embargo, el crimen organizado sigue dando problemas. Dos días después de la visita de Peña Nieto, los delincuentes incendiaron camiones para bloquear con ellos la autopista y las carreteras que conducen a Uruapan y Pátzcuaro, dos de los lugares turísticos de la entidad.

Pero cualquiera que visite los atractivos turísticos de Michoacán, en particular su capital, coincidirá en que la imagen general es de seguridad y calma. Los pobladores realizan sus actividades cotidianas con normalidad, familias con niños pasean por el Centro Histórico y otros sitios públicos.

Los restaurantes, bares y cafés ubicados en los corredores próximos a la Catedral -Morelia es la única ciudad del país sin zócalo- están casi llenos de viajeros. Además se ven autobuses transportando a grupos de extranjeros.

El flujo de viajeros también crece en los pueblos mágicos de Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre, Tzintzuntzan, Tacámbaro, Tlalpujahua, Angangeo, Cuitzeo y Jiquilpan. Las carreteras panorámicas que conducen a ellos lucen tranquilas. El volcán Paricutín y el parque nacional del río Cupatitzio son otros lugares que lucen con muchos visitantes.

Atrayente y singular

Morelia es irresistible. Uno de sus encantos radica en que los viajeros se topan con monumentos por todos lados. Además de su imponente catedral, tiene 23 templos y ex conventos próximos unos de otros, todos compiten entre sí por sus ornamentos e historia. No hay que caminar mucho para hallar iglesias, museos, plazas, jardines, calzadas, fuentes, mercados, teatros, bibliotecas, parques y rincones que hablan de la historia, tradiciones, gastronomía, artesanías y cultura de esta tierra.

Además está el obligado paseo por su acueducto, del cual parten El Callejón del Romance y la Calzada de Guadalupe, tres de los sitios infaltables en las visitas.

La zona histórica de Morelia abarca 19 manzanas donde se distribuyen 1,113 monumentos.

El Conservatorio de Música de esa capital atrae a estudiantes de todo el país. Para tener ingresos, los muchachos improvisan ante los turistas espectáculos de ópera, sones populares, estudiantina y música purépecha y ranchera, y de esta forma se convirtieron en otro atractivo más de la ciudad.

En el mismo caso están grupos de danza folclórica que, a cambio de unas monedas, interpretan en la plaza principal la tradicional Danza de los Viejitos.

Nuevos atractivos

Para impulsar el turismo, autoridades y prestadores de servicios están creando nuevos atractivos que se suman a eventos tradiciones como el Festival de Cine, el Festival de la Música, el festival Torito de Petate y el Festival Internacional de Órgano. Cada fin de semana hay las Noches de Leyendas, el espectáculo de fuegos artificiales para el encendido de la Catedral, una Biciruta y otras actividades más.

Otra ventaja de esa región es que la zona rural también ofrece interesantes lugares para visitar. El primero de ellos es el santuario de la mariposa Monarca, la cual enjambra en bosques de abeto y oyamel. Otros más son el joven volcán Paricutín que enterró a un pueblo, el lago de Patzcuaro y su isla Janitzio, el parque nacional del río Cupatitzio, el pueblo de Quiroga con su artesanía y sus carnitas michoacanas, la comunidad de Paracho con sus numerosos talleres de guitarras y otros sitios más.

Michoacán, y Morelia en particular, no son sitios caros. Se puede comprar un sombrero en $30, desayunar con menos de $100, cabalgar hacia el volcán con $150 y hacer un recorrido por la capital con $50.

Todo lo anterior hace que esa zona turística esté en proceso de recuperar su lugar destacado entre las ciudades coloniales más visitadas del país.

Información: Hansel Vargas Aguilar.