Qué son la anosmia y la ageusia y qué tan probable es que las hayas sufrido
Fecha: 20 nov 2018
¿Te ha pasado alguna vez que cuando estás resfriado no puedes oler o sentir el gusto de la comida?
Es una sensación incómoda y frustrante ver un plato que por su apariencia a uno se le hace agua la boca pero que al probarlo es lo mismo que comer nada.
O como cuando caminas frente a una panadería y tu memoria te recuerda que de ahí se desprende un aroma que hace despertar ruidos en tu estómago. Pero tú no hueles nada.
Sabemos que las personas que no pueden ver sufren de ceguera y las que no pueden oír, de sodera.
Pero ¿de qué padecen las personas que no huelen o no tienen la capacidad del gusto?
La pérdida de olfato puede producirse también cuando se lesionan o deterioran los nervios que conducen al centro olfatorio del cerebro. Esto puede tener múltiples causas, entre ellas el haber sufrido un aneurisma o un tumor cerebral.
Dentro de las dificultades en el olfato hay muchas variantes. Entre las principales están:
Hiposmia: la disminución de la capacidad de detectar olores
Parosmia: oler incorrectamente. Por ejemplo, cuando se distorsiona el olor de algo familiar, o cuando algo que normalmente te agradaba de repente se vuelve desagradable
Heterosmia: confundir un olor con otro. Por ejemplo, cuando hueles una flor y percibes un olor a queso
Según resalta Vallés, "el olfato se ha perdido. Así como en el animal el olfato es uno de los sentidos más importantes en la reproducción, en la búsqueda de alimentos o en la detección de amenazas, en el hombre, el desarrollo del cuerpo humano y el de la sociedad hizo que el olfato sea menos importante, menos utilizado".
"Nosotros hemos tenido que organizar nuestros sentidos de acuerdo a nuestro entorno. Tampoco interesa tanto olfatear en busca de alimentos. Vamos al supermercado y compramos por los ojos", dice el especialista.
Ageusia
Los seres humanos podemos sentirle el gusto a los alimentos gracias a las células gustativas que se encuentran agrupadas dentro de las papilas gustativas de la lengua, el techo de la boca y a lo largo de la garganta.
Al nacer, tenemos alrededor de 10.000 papilas gustativas que podemos empezar a perder después de los 50 años, señala el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos.
La dificultad para detectar el gusto se llama ageusia.
Hipogeusia: la disminución de la capacidad gustativa
Disgeusia: cuando la sensación gustativa que se percibe no es la normal. Es una alteración del gusto
El gusto no se pierde con los años, a diferencia del olfato.
"Lo que sí cambia es la preferencia por los sabores. A lo largo de los años tendemos a buscar otros sabores y nos alejamos de aquellos propios de la infancia, señala el profesor de la Universidad de Zaragoza.
Consulta
Como el resto de los sentidos, el olfato y el gusto juegan un papel importante en nuestras vidas.