- La Vieja Guardia
Parásitos, bacterias, hongos, virus y otros gérmenes que provocan padecimientos que van desde un simple resfriado hasta enfermedades crónico-degenerativas pueden ser combatidos con biomagnetismo médico, un sistema terapéutico desarrollado por el médico mexicano Isaac Goiz Durán.
Esta técnica consiste en equilibrar el Ph -medida de acidez o alcalinidad de una solución- de las células y su entorno a través de potentes imanes (par biomagnético) que buscan eliminar microorganismos en interacción con la energía del ser humano.
El procedimiento se realiza con la persona acostada con zapatos cerrados en una superficie plana; el terapeuta mueve los pies del paciente y si una de las extremidades se encoge ligeramente es señal de que hay un problema de salud.
Isaac Goiz comentó que la pérdida de su madre, quien falleció por un disgnóstico equivocado de cáncer, fue la causa que lo llevó a descubrir este método, el cual -abundó- fue mejorado gracias a las enseñanzas del doctor estadunidense Richard Behrenmeyer para revisar a los pacientes y observar alteraciones del Ph.
En 1988, el doctor Goiz desarrolló el biomagnetismo médico, sistema terapéutico en el que se utilizan imanes pasivos (no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas) que se aplican en diversas partes del cuerpo como si se realizara un rastreo o escaneo biomagnético.
El especialista explicó a Notimex que se trata de una nueva medicina que ya ha llevado a Europa y a toda América, además de impartir cursos y conferencias en Alemania, España, Portugal, Francia e Italia, entre otros países.
Refirió que este sistema le ha permitido curar enfermedades hasta en 90 por ciento de los casos, aunado a que está en pláticas con la Universidad Cuauhtémoc de Aguascalientes para impartirla como carrera, con el título de Médico en Biomagnetismo.
No obstante, subrayó que "los terapeutas no necesitan ninguna preparación especial para ejercerlo, tenemos un grupo de indígenas que aprenden la técnica y curan en Chile, Ecuador y México; no se necesita una preparación especial”.
El médico señaló que su meta a corto plazo es dar a conocer al mundo esta técnica, la cual se imparte en la Escuela Superior de Biomagnetismo en México y “tenemos el crédito de las secretarías de Educación Pública y del Trabajo y Previsión Social".
Por su parte, la terapeuta Ana María Lucio explicó que mediante la energía se busca equilibrar el Ph de la persona, dependiendo si es alcalino o ácido, pues ello es lo que provoca la alteración del organismo y que se propaguen los microorganismos que afectan la salud, pues "al equilibrarlo en automático se mueren los patógenos”.
Detalló que el número de sesiones para la colocación de los imanes en puntos específicos del cuerpo depende del organismo de cada persona, pues si se aplica en una segunda ocasión es para evitar que vuelva a surgir el problema, toda vez que no es necesario hacerse estudios ni tomar medicamento.
Con el biomagnetismo podemos trabajar de manera física directamente, no hay otra opción, y con la bioenergética, que es una técnica más avanzada, podemos trabajar a distancia”, aseveró.
“En este caso, me dicen por teléfono que la persona tiene determinados malestares o algún padecimiento; lo que se necesita es tener el nombre del sujeto, su energía me responde y podemos atacar el patógeno que tenga desde donde yo esté”, afirmó.
De acuerdo con la página oficial de Biomagnetismo Médico, “el par biomagnético supone la comunicación con la sabiduría corporal para determinar, a través de un diálogo binario (extensión-contracción) entre terapeuta y células corporales, la región biomagnética que se encuente en estado disfuncional y que ha sido invadida por elementos patógenos”.
A partir de esto, apunta el sitio, los campos irregulares pueden modificarse por medio de imanes para restablecer el equilibrio tanto biomagnético (frecuencias celulares) como bioquímico (Ph, neurotransmisores, neuroreguladores, hormonas y enzimas)”.
El sistema es compatible con cualquier otra forma de terapia (homeopatía, alopatía, naturopatía, flores de Bach y Reiki) y puede ser usado de manera simultánea con tratamientos alopáticos tradicionales, siempre y cuando se justifique su uso y no se disponga de otra alternativa, refiere el sitio web.
Ana María Lucio mencionó que para ser terapeuta se requiere que la persona tenga una preparación académica a nivel licenciatura y tomar el nivel 1 Par Biomagnético y 2 en Bioenergética, y los especialistas en este método están afiliados al Colegio Mexicano de Biomagnetismo Médico A.C. México.
La Escuela Superior de Biomagnetismo Médico “Isaac Goiz Durán” imparte cursos en esta especialidad, así como en las universidades Autónoma de Coahuila, Agraria “Antonio Narro”, Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
En otros países, como en Perú, se ha impartido cursos a grupos étnicos como en Machu Pichu, y sus habitantes aplicando la medicina, así como en África, donde se han tenido buenos resultados, abundó la especialista.
Respecto a la Bioenergética, el doctor Goiz Durán explica “en 1993 entendí que lo que hace el imán puede hacerlo la mente y eso nos llevó a tratar problemas psicológicos, sofrológicos (con técnicas de distención y relajación para controlar estrés), emocionales, carenciales (por falta de vitaminas y nutrientes), espirituales, malignos y a corregir los chackras (centros de energía en el cuerpo) y los cromosomas. Esto era un sueño, pero es una realidad actualmente”, puntualizó.
Isaac Goiz Durán, médico cirujano y fisioterapeuta, nació en el estado mexicano de Puebla, es miembro de la Academia de Medicina Tradicional y director general y fundador del Centro de Investigación de Biomagnetismo Médico.
También es doctor en Medicina Bioenergética por la Universidad Internacional de Oxford, Inglaterra, e integrante de la New York Academy of Sciences.
Fuente: Notimex.