- La Vieja Guardia
No se puede salir con ellos a pasear, pero ya es posible tener en casa en calidad de mascotas una amplia variedad de animales exóticos, que van desde tortugas lagarto y perros xoloitzcuintle hasta tigres de bengala, leones africanos, lobos canadienses, linces rojos, cocodrilos, erizos y geckos, conocidos también como dragoncitos.
Aunque parezca una locura, la venta de esta singular fauna exótica está en auge en Yucatán y su comercio es legal, en al menos siete empresas autorizadas, revela José Salvador Canul Dzul, responsable del Departamento de Recursos Naturales de Vida Silvestres de la Semarnat.
Según el funcionario, hay personas de Mérida y del interior del Estado que tienen animales de ese tipo, sobre todo felinos, a quienes les prodigan los cuidados que exige la ley, pues, saben que de no hacerlo serian confiscados por la autoridad.
El biólogo Canul Dzul indica que los animales provienen de criaderos legales instalados dentro del país y otros ingresan a México con el permiso de importación del país de origen. Su posesión y venta se rige a través de de la Ley de Manejo, Aprovechamiento y Posesión de Fauna Exótica.
Los precios de esos animales van de acuerdo con la especie, la edad y las condiciones del ejemplar. Así, una cachorra de leona africana cuesta $38,000; un tigre de bengala $55,000; un lémur $35,000; una tortuga lagarto osceola $1,500; un cocodrilo $1,200, y un gecko leopardo $750.
En el ámbito mundial a estas mascotas exóticas se les conoce como Nuevos Animales de Compañía (NAC) y existe una organización que sigue de cerca el comercio legal e ilegal para asegurar la protección y conservación de animales y plantas que se encuentran en peligro de extinción. Se trata de la Convención Internacional del Comercio de las Especies en Peligro (CITES).
Como en todo, en el plano internacional hay un "top ten" de los NAC de moda, entre los que figuran el Kinkajou, un raro mamífero conocido también como mico león y mono nocturno, popularizado por Paris Hilton; el lémur de la película de Madagascar y el oso perezoso de la Era del Hielo, a los que se suman el mono ardilla, el petauro, el camarón mantis, el guacamayo violeta y las mascotas fosforescentes, entre otros.
En el caso de Yucatán, una de las siete empresas autorizadas, Exóticos Ixtab, establecida en Mérida desde hace unos meses, llama la atención al ofrecer en venta tigres de bengala, leones africanos, linces rojos, lobos canadienses, perros xoloitzcuintle, monos coatí, ranas pacman, tortugas lagarto, cocodrilos, geckos, erizos y una diversidad de aves, entre muchos otros.
En su página de Facebook esa comercializadora muestra fotos y vídeos con los precios de esa fauna exótica.
Al respecto, el biólogo Canul Dzul, asegura que esa empresa tiene los permisos respectivos para la venta de esos animales y comenta que en un principio tuvieron problemas con los grupos de defensa animal por la venta especialmente de felinos.
El funcionario indica que los dueños de esos ejemplares deben tener al animal en una jaula bastante amplia para que no esté incómodo y que tenga seguridad para la gente cercana y los mismos poseedores, sobre todo cuando crecen, pues no es lo mismo adquirir un canino que un felino, sus cuidados son muy diferentes y hay que tener mucha responsabilidad.
Canul Dzul explica que la Ley de Manejo, Aprovechamiento y Posesión de Fauna Exótica define como ejemplares o poblaciones exóticas a aquellos organismos que se encuentran fuera de su ámbito de distribución natural, lo que incluye los híbridos y modificados.
Esos ejemplares deberán de tener instalaciones que garanticen su contención y eviten su fuga o escape que pueda poner en riesgo a las especies nativas o a la población civil, así como acreditar la legal procedencia por parte del poseedor.
En caso contrario, la Semarnat lo reubica en alguna de sus Unidades de Manejo Animal (UMA) o en el Centro de Investigación y Conservación de la Vida Silvestre (CIVS).
Exóticos Ixtab se describe en Facebook como líder en venta de animales exóticos en Mérida y sus envíos son a toda la República; así como una serie de condiciones para el pago, términos y garantías para la compra de alguna de sus especies. Aparecen Alejandro Ramos Villavicencio y Jorge Rucabado como encargados de la comercialización. (LVG)
