- La Vieja Guardia
El rector-arcipreste de Notre Dame, Patrick Chauvet, ha anunciado que se han salvado dos de los objetos religiosos más importantes que albergaba la catedral: la Corona de Espinas y la Túnica de San Luis.
La reliquia de la Corona de Espinas corresponde a la corona que los soldados romanos colocaron a Jesús de Nazaret en la cabeza durante su crucifixión para burlarse de que se hubiera proclamado rey de los judíos.
El otro objeto rescatado es la Túnica de San Luis, un jubón que supuestamente perteneció al rey Luix IX (1214-1270), último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén.
Además de la Santa Corona, Notre Dame conserva otras reliquias de la Pasión de Cristo: un pedazo de la Cruz y un clavo.
Por otro lado, el gallo que coronaba la aguja que se derrumbó el lunes alojaba un ápice de la Corona de Espinas, una reliquia de San Dionisio y otra de Santa Genoveva.
Entre los tres órganos de Notre-Dame, el gran órgano, con sus cincos teclados, sus 109 juegos (conjunto de tubos) y sus casi 8 mil tubos, es el más sobresaliente.
Construido a partir del siglo XV, el órgano se fue reforzando progresivamente, hasta alcanzar su tamaño actual el siglo XVIII. Sobrevivió a la Revolución Francesa sin daños “gracias seguramente a la interpretación de músicas patrióticas”, según el sitio de la catedral.
Los tres rosetones de Notre-Dame de París, unas vidrieras que representan las flores del paraíso, se construyeron en el siglo XIII y se renovaron en numerosas ocasiones. Los rosetones norte y sur, los más grandes, tienen un diámetro de 13 metros.
En ellos se representan profetas, santos, ángeles, reyes, escenas de la vida de los santos… En el centro de los tres rosetones se representa respectivamente a la Virgen, al Niño Jesús y al Cristo en Majestad.
La más famosa de las 37 representaciones de la Virgen que existen en la catedral es la de la Virgen con el Niño adosada al pilar sudeste del trasepto, esculpida a mediados del siglo XIV.
Detrás del altar se encuentra la monumental estatua del escultor Nicolas Coustou, una Piedad encargada por Luis XIV siguiendo el deseo de su padre, Luis XIII, y realizada entre 1712 y 1728.
El jueves pasado se descolgaron de la flecha de la catedral, derrumbada este lunes, 16 estatuas de cobre que representan a los 12 apóstoles y los cuatro evangelistas para restaurarlas, salvándose así del siniestro.
Entre 1630 y 1707, la corporación de orfebres parisinos regaló cada 1 de mayo un cuadro a la catedral. De esos 76 “grands Mays”, 13 se encuentran actualmente en las diferentes capillas de la nave.
En el muro oeste de la Capilla de San Guillermo cuelga uno de los cuadros más bellos de la catedral, “La Visitación”, de Jean Jouvenet (1716), una obra maestra del siglo XVIII y vestigio del coro barroco de la catedral.
En la torre sur se encuentra la mayor campana de Notre Dame, llamada Bourdon. Repica en las grandes fiestas católicas y los grandes acontecimientos.
La Bourdon se fundió hace más de 300 años y fue bautizada Emmanuel por su padrino, Luis XIV. Pesa 13 toneladas y su badajo, la parte que golpea contra las paredes de la campana para producir el sonido, pesa 500 kilos.
En el siglo XX fue la que anunció a los parisinos la liberación de la capital del yugo nazi, el 24 de agosto de 1944.
Con información de AFP/DPA