- La Vieja Guardia

La obra de Gabriel Ramírez, un Manjar en la Noche Blanca

Fecha: 11 dic 2015

El sabor y el ambiente de Manjar Blanco, la atmósfera ideal para admirar los cuadros del destacado pintor yucateco

En el menú cultural que ofrece la Noche Blanca este sábado en distintos foros de Mérida, figura la obra del pintor Gabriel Ramírez con parte de la exposición "Los colores y las líneas", una muestra de 11 cuadros que se pueden admirar y adquirir en el restaurante Manjar Blanco, ubicado en Santa Ana, a unos metros del inicio del emblemático Paseo de Montejo.

Los trazos, el color y la energía de "Paisaje para escuchar el color", "Rocas bajo luz", "Locura en los vientos", "Al irse la sombra", "Oscarito escondido", "Tumba azteca" y "Maya", muestran los frutos de 50 años de trayectoria de Gabriel Ramírez, cuya obra se nutre de su pasión por el cine, el arte, la música y la literatura.

El ambiente y el sabor de Manjar Blanco, de Míriam Peraza Rivero, activa promotora de la gastronomía yucateca, lo convierte en un sitio que se antoja para pasarla bien en la Noche Blanca.

El pintor Gabriel Ramírez departirá con los visitantes que acudan a este pequeño y acogedor rincón del Centro Histórico, donde, gracias al empeño y dedicación de Míriam Peraza, se rinde honores a la auténtica comida yucateca.

Este sábado a las 8:30 de la noche habrá una breve ceremonia en Manjar Blanco para inaugurar la muestra, que permanecerá abierta por tiempo indefinido. Las obras se pueden adquirir allí mismo.

Gabriel Ramírez Aznar forma parte de la llamada Generación de la Ruptura, junto con Manuel Felguérez, Alberto Gironella, Vicente Rojo, Roger Von Gunten y Fernando García Ponce, entre otros. A estos artistas plásticos se les reconoce por haber contribuido a revitalizar el arte mexicano en la década de los 60.

El destacado pintor yucateco ha recibido varias presas y reconocimientos, entre ellos el Premio Internacional de Dibuix “Joan Miró” en 1972 y 1975, en Barcelona, España; la Medalla Yucatán (1986) que otorga el gobierno del Estado, el Premio Literario Antonio Mediz Bolio (1997) por La Cosa Cultural y la Medalla al Mérito Artístico del Instituto de Cultura de Yucatán (1998). Sobre su vida y obra se han editado distintas publicaciones y se han realizado diversos documentales para televisión.

La obra de Gabriel Ramírez, considerado el pintor yucateco con mayor proyección internacional, se encuentra en colecciones y en museos como el Museo de Bezabel, en Jerusalén; la Casa de las Américas, en La Habana; el Museo de la Solidaridad con Chile, en Santiago; el Museo de la Revolución, en Managua; el Centro Cultural Alfa de Monterrey, el Museo Carrillo Gil, el Museo José Luis Cuevas, el Salón de la Plástica Mexicana, y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey y el Club de Industriales de México, entre otros foros nacionales e internacionales.

"Yo nunca me planteé ser pintor, vi una película que me impresionó mucho, una de Van Gogh y a partir de allí surgió esto. Seguro algo ya existía en mí para que esa película me sacudiera", relata Gabriel Ramírez.

"No fue nada consciente, cuando vi la película nisiquiera sabía quien era Van Gogh, esa cinta aún me sigue impresionando. Fue un proceso interno que se ha venido dando en todos estos años", agrega Gabriel, un aficionado al fútbol.

El pintor indica que en 1959 empezó a pintar y en 1965 realizó su primera exposición, hace justamente 50 años.

Gabriel dice que no puede definir bien cuál es su estilo de pintura: Es un proceso que lleva muchos años, lo que yo quiero expresar está allá, ¿que es? No sé. Lo que me produce trabajar es placer, vigor, gusto por la pintura, por el color. Es el resultado de lo que tú sientes cuando trabajas, cuando pintas".

"Para mí pintar es un placer, no hay ningún mensaje en mis cuadros, esto no significa nada. Es como escuchar una música que es abstracta, ¿que significa?, para ti algo, para mí otra cosa, para aquel otra", abunda el reconocido artista.

"Si la gente realmente contemplara la pintura, la entendería, la disfrutaría. Es como pedir tiempo para leer una novela de 500 páginas o escuchar una sinfonía de una hora, eso es también lo que la pintura exige, no la mía, la pintura en general", subraya Gabriel Ramírez en amena charla en Manjar Blanco, durante los preparativos de la exposición que ofrecerá en el restaurante de Santa Ana.

Gabriel es estimado colaborador de La Vieja Guardia, donde ejerce, espléndidamente, su faceta de escritor. (Félix Ucán Salazar).