El 10 de septiembre de 2024, manifestantes irrumpieron en el Senado de México mientras se discutía la controversial reforma judicial, lo que resultó en la lesión de al menos un empleado, según información proporcionada por el área de Comunicación Social del Senado.

Los manifestantes, quienes habían estado acampando en las afueras del edificio, lograron acceder a la explanada principal y posteriormente al salón de plenos, interrumpiendo el debate legislativo. Durante el incidente, corearon consignas como “traidores” y algunos izaron la bandera de México desde el segundo piso, mientras miembros de la oposición parecían alentarlos.

Ante los hechos, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, decretó un receso y más tarde anunció que la sesión se retomaría en la antigua sede del Senado, la casona de Xicoténcatl. La reforma judicial, que busca que los jueces sean elegidos por votación popular, ha sido objeto de numerosas críticas por el temor de que esto afecte la independencia del Poder Judicial.

A lo largo del día, cientos de manifestantes, en su mayoría empleados del Poder Judicial, se reunieron en las inmediaciones del Senado para expresar su rechazo a la reforma. La propuesta ha generado tensiones a nivel nacional e internacional, provocando incluso preocupaciones en los mercados financieros.